POR: Freddy FerroEs difícil poner en palabras las sensaciones vividas durante 26,2 millas de carrera, pero creo que la forma más fácil de describir todas las cosas que nos pasan por la cabeza durante un maratón, es pensar como una película de las ultimas 16 y hasta 20 semanas de duro entrenamiento, de muchos momentos alegres y de otros en los cuales, quizás, pensamos que esto no es lo nuestro. En mi caso particular tengo la dicha de entrenar con un grupo fenomenal de compañeros y grandes amigos con los cuales pude compartir muchas sesiones de duro entrenamiento pero sobre todo de compañerismo y diversión, al final, todos somos unos corredores domingueros y hacemos esto para divertirnos.
Desde hace ya varios maratones tenía en la cabeza la idea de correr la distancia por debajo de la mítica barrera de las 3 horas y lo había intentado sin suerte en dos oportunidades. Este año al parecer los astros se alinearon, las condiciones fueron ideales para correr eficientemente pero sobre todo creo que por primera vez cumplimos al pie de la letra un plan de entrenamiento muy exigente y con trabajos claves para lograr esa meta.
Volviendo a la idea de las sensaciones el día de la carrera, para mí fue mágico, por mi cabeza pasaban recuerdos de tantas horas y horas de entrenamiento, gracias a Dios pude completar casi un tercio del recorrido junto a mi tocayo y amigo Freddy Guerrero lo cual le dio un plus emotivo muy importante. Recordaba mucho a mis hijos sin dejar de chequear los parciales que se marcaban como un reloj suizo. Era impresionante como al avanzar los km las sensaciones cada vez eran mejores, en la peor parte (subidas) de la carrera me sentía cada vez con más fuerza, sabía que todos mis compañeros del team estaban ligando por nosotros, pegados en sus computadoras y hasta podía imaginar el largo chat que mantenían y que después pude disfrutar y leer mil veces con lágrimas en los ojos.
Definitivamente el maratón es en una carrera mental, a pesar de todo lo que les describo esta vez me sentí más enfocado que nunca, tanto que esos 42.195mt me pasaron demasiado rápido, cosa que fue una lástima porque realmente la estaba disfrutando un montón.
Lo que quisiera transmitirles a mis compañeros de equipo es que con esfuerzo y constancia podremos seguir alcanzando las metas que nos propongamos, eso sí, con paciencia... La cosa es como el maratón mismo, es una carrera de larga distancia pero lo bueno es que el camino, a pesar de ser a veces muy sacrificado, también es muy agradable cuando lo podemos compartir con los amigos y un buen grupo de entrenamiento.
Ya pronto comenzaremos nuestro entrenamiento para los diferentes maratones de otoño, Berlín, Chicago, Buenos Aires, etc. etc., disfrutemos cada minuto de esos días de entrenamiento, demos lo mejor de nosotros, pongámonos metas ambiciosas pero realistas y verán que todo se puede lograr. Somos un equipo y debemos comportarnos y apoyarnos como tal, el esfuerzo colectivo y la cooperación nos hará cada vez mejores corredores y sobre todo mejores personas.
Aprovecho para agradecerles a todos por su apoyo desinteresado, ustedes saben quiénes son.... Esos anónimos que fueron de gran ayuda para que el grupo Boston 2011 tuviese excelentes resultados.
Antes de terminar, abrazo de Pingüino para ese gran Team Boston 2011.
Gracias....
FF
